Consulte el informe de nuestra clienta, Letícia, que tuvo la idea de perseguir su derecho a la ciudadanía italiana en octubre de 2021 y entregó la documentación al Consulado de Curitiba en diciembre.
Siempre tuve el deseo de adquirir mi ciudadanía italiana, pero este sueño siempre me pareció muy lejano. A pesar de esto, a principios de octubre de 2021, comencé a investigar mi árbol genealógico. Hasta entonces solo conocía los nombres de mis abuelos.
Llamé a una tía para preguntarle si todavía tenía el certificado de nacimiento o de defunción de mi abuelo. Me envió una foto de los certificados y con solo los nombres de mis bisabuelos en la mano, hice una búsqueda en el sitio web de Family Search (recomiendo mirar allí, tiene mucha información) y encontré sus nombres. No había más información además del nombre, así que contacté a la persona que había completado esa información (Family Search muestra un nombre de usuario de la persona que completa la información, es una plataforma colaborativa).
Hablando con este familiar, me recomendó que buscara a otro familiar, que aparentemente tenía un libro sobre la familia. Después de varios intentos logré comunicarme con ella y así descubrí el nombre completo y lugar de nacimiento y matrimonio de mis bisabuelos y también el nombre de mis bisabuelos, que venían de Italia.
Ahora, con el nombre de mi tatarabuelo italiano en la mano, hice una nueva búsqueda en Family Search y encontré su nombre allí, completado por otra persona. Me puse en contacto con esta persona, otro pariente lejano que no conocía hasta entonces, quien para mi deleite ya tenía los certificados de nacimiento, matrimonio y defunción de mi pretensión italiana. Me envió una copia escaneada de estos documentos, con la que busqué las oficinas de registro responsables para emitir nuevas copias originales, incluida la Parroquia de Vicenza.
Recibí los documentos de los notarios, en promedio, 2 semanas después de la solicitud. La más larga fue de la Parroquia Italiana, que llegó a mi casa en Brasil en 25 días. ¡Gracias traductor de Google!
Entonces, me tomó aproximadamente 2 meses obtener todos los certificados, apostillados y traducidos, llamando de oficina de registro en oficina de registro, todo por mi cuenta y por teléfono y/o correo electrónico. Fue increíble descubrir esta parte de mi historia.
Entonces, tenía en mente que vendría lo más difícil: esperar la larga fila en el consulado para entregar los documentos. ¡Estaba equivocado! Al leer el sitio web del consulado, vi que se estaba utilizando un nuevo sistema de programación, Prenot@mi. Después de intentar hacer la cita por mi cuenta innumerables veces sin éxito, me puse en contacto con la gente de Prenota Fácil. Una semana después de mi contacto, a principios de diciembre, lograron programar la entrega de mis documentos en el Consulado.
Hasta ahora no puedo creer que logré ahorrar tanto tiempo, dinero y dolores de cabeza. Suena demasiado bueno para ser verdad, ¡pero es real! ¡El sueño de ser ciudadano italiano está cada vez más cerca! ¡Gratitud!